¿Ser sabio es saber mucho de algo? Podríamos decir que sí, pero ahora nos interesa más el proceso que la obra terminada, es decir ¿cómo llega alguien a saber mucho?
Aquí va una definición de la sabiduría operativa: La sabiduría es el talento para hacer las preguntas adecuadas y buscar las buenas respuestas. Se trata pues de una costumbre que incluye la curiosidad y la búsqueda de evidencias. La costumbre de preguntarte sobre las cosas, y de buscar información bien fundamentada, es lo que acaba convirtiéndote en una persona sabia.
Los enemigos de la sabiduría.
¿Podríamos pensar que una persona es muy sabia, porque tiene opinión para todo, y dice muchas cosas y muy bien?. La respuesta es NO, o no necesariamente. Podríamos estar ante un charlatán. El sabio se pregunta y busca información bien corroborada, y la acepta aunque sea contraria a su idea inicial. En esta lógica, te presento a un enemigo de la sabiduría.
El prejuicio.
El prejuicio es estar muy seguro de una cosa que en realidad ni has comprobado ni sabes, pero que te parece claro como el agua. En realidad es imposible no tener prejuicios, porque no podemos saberlo todo a 100%, pero si nuestra creencia se ve cuestionada por la evidencia, deberíamos comprobar qué pasa, investigar.
El prejuicio tiene una forma típica de funcionar: aceptará la información que lo corrobora, y negará aquella que la contradice. Así pues, si yo creo que algo o alguien es de una determinada manera de forma prejuiciosa, el prejuicio seleccionará la información que lo confirma y olvidará todas las evidencias que lo contradicen. Los prejuicios generan una simplificación del mundo, cómoda y en parte necesaria, pero que puede ser muy estúpida, y que nos lleva a la persistencia en el error:
Dos ratones observan desde lo alto de una estantería de la cocina un objeto que hay encima de la mesa. «Es jabón», dice uno de ellos. «Es queso», contesta el otro. Hartos de la discusión, deciden comprobar de qué se trata. Uno de ellos le da un mordisco y concluye: «Sabe a queso, pero es jabón».
La sabiduría en peligro.
Gracias a Internet, la información fluye a lo bestia, pero ¿es buena información?. La proliferación de Fake News y mensajes emocionales contra o a favor de algo pueden ser enormes generadores de estupidez. Disponer de tanta información sin contrastar, en contra de todo pronóstico, podría alejarnos de la sabiduría.
Artículo basado en el libro: El Aprendizaje de la Sabiduría. José Antonio Marina. Editorial Ariel.