La sociabilidad es la capacidad de generar relaciones cordiales con los demás. En el tema 1 bis os propuse mantener relaciones cordiales con los demás como una actividad fundamental para la vida buena.
La personalidad y la sociabilidad
La sociabilidad es una características personal fácilmente identificable: hay personas muy tímidas, otras que les cuesta empezar, pero lo hacen, otras con una sociabilidad educada y respetuosa, y otras molestamente extrovertidas.
La sociabilidad es además una característica muy relacionada con nuestros genes, aunque también puede alterarse en un sentido u otro por la experiencia.
Recordemos que nuestra personalidad está conformada por nuestros genes, nuestra experiencia, y nuestra voluntad. Es en esta última donde podemos elegir hasta cierto punto nuestro comportamiento. En este sentido ¿qué nos interesa de la sociabilidad?
Sociabilidad, coordinación y valentía.
La sociabilidad es necesaria para trabajar con otros, ya que abre vías de comunicación, de coordinación, de aprendizaje y de apoyo, por tanto, desarrollar un nivel adecuado de sociabilidad nos convierte en mejores trabajadores y compañeros, y claro, en mejores personas.
Las empresas que consiguen equipos de trabajo con relaciones dinámicas entre sus miembros y bien orientados a los objetivos suelen ser doblemente exitosas: triunfan económica y humanamente.
Pero no hay que irse a los extremos: la sociabilidad no significa ser amigo de todo el mundo, ni callarse frente a las discrepancias cuando aparezcan para no romper el buen rollo, ni dar la razón siempre, ni ser «supersimpático». La sociabilidad es necesaria para el comportamiento profesional, que sabe de la importancia de relacionarse para sacar adelante el trabajo. A esta sociabilidad valiente y profesional le llamamos «asertividad«.
Amigos y enemigos de la sociabilidad
Nuestra capacidad de relacionarnos se ve muy afectada por la timidez (esa especie de miedo a los demás), la agresividad, la desconfianza o el miedo. A un tigre hay que temerle si nos lo encontramos de frente, pero al pedir ayuda, dar órdenes, pedir consejo o colaboración, o expresar tu opinión, el miedo debe quedarse a un lado, y el respeto y la valentía deben tomar el control.
La sociabilidad está muy relacionada con otros recursos ya vistos, como la fortaleza, el respeto a lo valioso o la capacidad de autocontrol, y refuerza otras como la compasión o la creatividad.